La oportunidad es ahora. El momento solo tuyo.
Ninguno de nosotros sabe exactamente cuándo morirá ni cómo.
Lo único cierto, lo único que sí podemos decidir antes que eso suceda,
es estar más livianos, haber hecho “algo” de verdad bueno, útil, que nos podamos llevar,
hacer «eso» que nos da paz.
Y así, cuando llegue ese momento poder irnos tranquilos, sin miedos y con una sonrisa.
Muchos científicos y médicos han estudiado el cáncer como la enfermedad más temible.
Pero ahí sigue estando y se sigue haciendo lo mismo: quimio, radio, y otros intentos. A veces dan resultado, a veces solo por un tiempo.
Otros han estudiado las causas emocionales y hasta espirituales del cáncer.
Se dice que es una oportunidad, que se la puede aprovechar o no, es una decisión muy íntima y personal.
Se dice que es un aviso previo, de que “algo” en el interior de la persona que lo padece, debe cambiar.
Que hay “algo” en su mente y corazón a lo que debe prestarle atención, “algo” que no ha querido ver, que no ha querido cuestionarse, pero ahora es el momento, puede hacerlo y con ello cambiarlo todo.
No se trata de vivir más o vivir menos, eso no se sabe, pero sin duda todo cambiará para mejor, en donde estemos.
Dicen también, que cuando la primera oportunidad se presentó y no fue aprovechada, no se la quiso escuchar, entonces más adelante vendrá otra oportunidad, pero será más intensa, más dolorosa, a ver si esta vez sí se escucha, si se le presta atención.
Y entonces se hace la pregunta correcta:
¿qué es lo que aún me falta perdonar?
Perdonar algo que pasó o esté pasando, sea a otra persona o a uno mismo.
La culpa es muy astuta, suele esconderse mucho.
La más grande y más oculta es cuando nos hemos culpado a nosotros mismos, ya sea de hacer alguna cosa, de no hacer alguna cosa o por haber permitido algo.
Perdonarte a ti misma, perdonarte a ti mismo es el mayor regalo que puedes hacerte a ti, a otro y a Dios.
Descansa un momento, respira profundo, y a solas vuelve a ti, sé honesto, honesta, es una decisión importante que marcará tu destino:
¿qué es lo que aún me falta perdonar?
Cuando lo tengas, cuando lo sepas, simplemente recurre a tu corazón sincero y simplemente … decide.
Angélica