¿Qué es la afinidad almica?

por | Dic 12, 2024

La familia es importante, pero la afinidad almica lo es aún más.

Llegamos a una determinada familia, son aquellos que en su papel nos ayudarán a avanzar en nuestro grado de conciencia. Son pactos pre establecidos de antemano.

Pero, por otro lado, están aquellas personas con las que tenemos afinidad almica, con los que se produce una especie de Amistad superior.

No se confunda con la amistad que conocemos popularmente de alguien para reunirse, tener gustos parecidos o alguna actividad en común.

¿Cómo reconocerlas?:

  • Son aquellas personas que tienen un nivel de conciencia similar al tuyo. No hay pactos previos, son aquellos con los que tienes resonancia vibratoria.
  • Existe entre ambos una predisposición espontánea a acompañarse y enriquecerse mutuamente en su avance interior, camino espiritual y material asociado.
  • Son los que cooperan, colaboran en iniciativas, proyectos que te ayuden a concretar tu propósito de vida, sacar lo mejor de ti y ponerlo al servicio de los demás.
  • Pueden darse varias veces y con personas distintas a lo largo de la vida, siempre será en el momento preciso según tu propio camino espiritual. Por eso, la llegada de estas personas a tu vida se produce de manera natural, no hay que buscarla.
  • No son necesariamente vínculos de pareja o enamoramiento, puede suceder que coincidan, en ese caso será un vínculo de Amor que es más que enamoramiento o solo atracción sexual. Pero en la gran mayoría de los casos las almas afines no tienen este tipo de vínculo.

Debido a sus características la afinidad almica ha de ser prioridad en nuestra vida, más que la familia de sangre si queremos avanzar en el despertar de conciencia y evolución espiritual.

Las relaciones familiares tienen más que ver con la parte externa, material y aparente de nuestra existencia, aunque suelen sublimarse emocionalmente estos vínculos para interpretarlos de otra manera.

Es común sentirse muy ligado al grupo del clan familiar, y así un sentimiento de pertenecer nos aparta del resto de seres humanos, por tanto, suele ser motivo de división.

Claro que los vínculos familiares tienen su sitio en nuestra vida, pero no deberían ser la prioridad si de verdad queremos un avance interior, especialmente si esos vínculos nos enredan o limitan a la hora de desarrollar nuestro propósito de vida, descubrir y ofrecer nuestros dones y talentos o nos impiden el acercamiento a las personas con afinidad almica.

Generalmente la familia de sangre nos motiva a querer sanar nuestra mente inconsciente, traumas, círculos repetidos, errores del clan familiar, etc.

  • Podemos recoger de las enseñanzas de Jesús de Nazareth, algo referido a esto, en el Evangelio de Mateo 12:48-50 “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» Y extendiendo su mano hacia sus discípulos dijo:” estos son mi madre y mis hermanos, el que cumple la voluntad de mi Padre del Cielo”. O sea, aquellos que lo estaban escuchando y aprendiendo de su conferencia, con los que tenía afinidad almica.

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