El ego y sus secuaces
Pero con el consejero correcto todo tiene solución. Tú eliges.
¿Qué es lo que te amarga la vida?
¿Cómo lo puedes transformar?
El ego, siempre es el ego con sus variantes, el que genera malestar y conflicto. No es más que el sistema de pensamiento que más usamos, el consejero que habitualmente elegimos y está en nuestra mente, el Curso de Milagros la llama mente errada.
El ego es nuestro invento que al igual que un Frankenstein cobró realidad y poder para todos nosotros, sus fabricantes.
Lo creímos más fuerte, pero nosotros mismos le dimos poder, por lo tanto, solo nosotros lo podemos decidir desactivar.
El ego se puede deshacer porque es nuestro invento, pero no podemos deshacerlo solos, necesitamos la ayuda del Espíritu que está en nuestra mente también, el Curso de Milagros la llama mente recta.
El ego es nuestra creación errada, equivocada, defectuosa.
El ego fue nuestra decisión y es lo que nos amarga la vida. Es el sistema de pensamiento que se basa en el miedo, la carencia, la soledad y el conflicto, y es el tipo de pensamiento con lo que nos manejamos a diario.
Pero no es definitivo, así como un día decidimos inventarlo podemos decidir de nuevo, otra cosa.
“No quiero más darle poder al ego, a mi mente errada. Decido de nuevo. Decido darle poder al Espíritu en mí, mi mente recta y quiero escucharla.”
El Espíritu Santo nos enseña, desde nuestra mente recta, otro sistema de pensamiento, otra visión de las cosas que nos traerá paz en lugar de conflicto.
El Espíritu Santo no es nuestra creación, es creación de Dios, es la Voz de Dios en nuestra mente y nos dice cómo estar en paz y vivir feliz, nos conduce paso a paso a nuestro mundo feliz.
Lo llamamos santo para indicar que es puro, no está contaminado por ideas falsas, lo llamamos santo, pero es solo un nombre, que eso no te perturbe.
El ego es una voz en nuestra mente que habla todo el tiempo, como radio descompuesta, diálogo interno le dicen, no se detiene nunca y hasta ahora es la voz que solemos escuchar sin cuestionar y seguimos sus consejos casi siempre, así nos va.
¿Cómo cambiamos eso?
Cuestionemos lo que escuchamos, nuestros pensamientos de siempre, comencemos a ser conscientes de lo que pensamos, y a dónde nos conduce. La auto observación te será útil.
Sepamos reconocer al ego en nuestra mente.
Son voces de creencias equivocadas, que derivan de pensamientos equivocados, ideas y emociones que no nos traen felicidad ni paz.
Cuestiona tus ideas, observa de dónde vienen, cuándo las adquiriste, quién o qué las imprimió en ti, cuándo les diste realidad, las aceptaste como ciertas y a dónde crees que te conducen.
Pongamos un ejemplo muy común.
Tengo deudas, y no sé cómo pagarlas, me preocupo y pierdo la paz, no duermo, paso pensando cómo arreglar eso.
La opción del ego:
Busco un plan por mi cuenta, una estrategia es sacar un préstamo mayor, así pago algunas deudas y me queda dinero para mí en efectivo para algunas cosas que quiero y necesito.
Esa es una típica idea del ego, porque te hace creer que solucionas la situación y además por unos días te sientes abundante con dinero, pero en verdad solo te hundes más, ahora tienes una deuda mayor que es aún más difícil de pagar, en un tiempo, luego de ese breve alivio, nuevamente estarás preocupado por no poder pagarla y tampoco podrás sacar otro crédito. Repites la situación y además agravada.
Así funciona el ego, te da esperanza, un respiro momentáneo y así entras en su juego de conflicto continuo
La opción del Espíritu:
Tengo deudas, pido ayuda al Espíritu, decido no escuchar al ego, no hacer planes por mi cuenta.
Pido al Espíritu santo me guíe, me muestre cuál es la causa por la que llegué a esta situación, cuál es el origen en mi mente. Quiero que el Espíritu desactive esa causa para poder luego revertir la situación efectivamente.
Una vez hallada la causa se la entregas al Espíritu en ti y le pides que decida de nuevo, que desactive esa causa, a favor de la verdad, de ti y de todas las personas que estén en tu misma situación.
Detrás de cada problema hay una causa, deshacer la causa es el único camino para que dicha situación no se repita y se solucione.
La solución no es ganar la lotería, ni sacar un nuevo préstamo, ni que un amigo te dé dinero. La única solución es desactivar la causa que originó eso que se repite siempre. De esa forma te llegará la inspiración correcta, la oportunidad efectiva, para para salir de esos círculos viciosos y no vivir más esos apremios que te angustian. Si quieres encontrar la causa de tu problema y desactivarla, en una sesión de Psicoterapia del Espíritu se realiza este trabajo de forma segura, sin auto sabotajes posibles.
