Confía, Dios está en tu mente.
De alguna manera eso es así, perdonar no está en las manos del ser humano sino de algo superior a él, pero es necesaria tu aprobación, tu pedido, tu aceptación para que el perdón se realice.
Se necesita que tengamos la intención, el deseo de perdonar y se lo pidamos al Espíritu en nosotros, le pedimos que lo haga, que lo lleve a cabo, y lo hace. Y así las cosas van mejorando.
¿Tienes un hijo adulto que no se independiza?
¿Te has quedado sin dinero?
¿Tu pareja te abandonó?
¿sufres de una enfermedad difícil de llevar?
Pide al Espíritu que está en tu mente, que perdone completamente eso que ves, lo que crees que te sucede, esa situación que no entiendes
Insiste, sé constante y ante todo confía.
Comienza por ahí que ya es mucho. Después vas a ir profundizando, estamos aprendiendo y vamos progresando.
Lo importante es enfocarse en la causa y no en el efecto, para poderla deshacer.
Ese es el verdadero cambio que importa, anular la causa de ese efecto, sin culpar a nadie, sin acusar, sin esperar que otro cambie o haga lo que quieres que haga.
Vas a encontrar la causa de tu dolor de la mano del Espíritu en ti y se la vas a entregar para que desaparezca.
De todas formas, seguimos con nuestra vida común, hacemos las cosas de siempre, desempeñamos nuestro papel en el mundo con normalidad y bondad.
Pero el auténtico trabajo es en la mente, porque solo allí se pueden obtener resultados exitosos y veremos esos resultados luego en la vida práctica.
Disfruta de todo en esta vida y ofrécelo a Dios como regalo, él te guiará a través de Su voz en lo que hagas.
“El perdón es el sueño del despertar” y te conducirá de regreso a casa.
Si quieres realizar un perdón guiado, en una Psicoterapia del Espíritu hacemos el trabajo de perdón juntos, paciente y terapeuta, de la mano del Espíritu y nos aseguramos de que está bien hecho.
Psicoterapia del Espíritu